La concejala de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, cuantificó este miércoles en unos cuarenta millones de euros la deuda que el Ayuntamiento tiene con la empresa mixta de aguas, Emalsa. En esta cantidad se incluye una parte «importante» en concepto de intereses de demora, si bien Medina no detalló su importe.
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La concejala atribuyó esta deuda a la litigiosidad que, según dijo, caracterizó las relaciones entre la ciudad y la empresa durante el mandato de Juan José Cardona. Y aseguró que esta etapa había pasado, lo que se demuestra con el hecho de que las dos partes se sentaran y llegaran a un acuerdo para definir el contenido del Plan de Infraestructuras Hidráulicas de la ciudad, un proyecto que contempla diferentes mejoras en la producción, distribución y saneamiento por valor de 660 millones de euros.
El plan fue presentado hace un año y hasta ahora solo se ha concretado en pequeños proyectos de saneamiento y de instalación de estaciones de bombeo.
La comparecencia de Medina se produjo a petición del grupo municipal del PP, cuyo concejal Ignacio Guerra echó en cara los escasos resultados del plan hasta el momento. «Ha sido mucho anuncio y poca gestión», indicó. También criticó que las propuestas incluidas en los presupuestos participativos «no han sido ejecutadas».
La edila de Ciudadanos, Lidia Cáceres, recordó que el anterior plan hidráulico solo se ejecutó al 15%.
Y el viceportavoz de CC, David Suárez, alertó se preocupó sobre la posibilidad de abrir de nuevo la calle Galicia, algo que Medina negó.
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