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Presentación del plan estratégico del ciclo integral del agua 2024-2033. C7
Una depuradora en el Puerto y otra desaladora en Costa Ayala para afrontar el cambio climático

Una depuradora en el Puerto y otra desaladora en Costa Ayala para afrontar el cambio climático

El tercer plan de infraestructuras hidráulicas en 16 años invertirá 857 millones hasta 2033. Ese año, el alcantarillado llegará a todos los barrios

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 20 de mayo 2024, 12:56

Los desafíos del cambio climático, que dibujan en Canarias un escenario con menos precipitaciones -y por tanto menos disponibilidad de agua en recursos subterráneos-, pero con lluvias más torrenciales -y, en consecuencia, con mayor capacidad de provocar daños graves-, obligan al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a preparar la ciudad y tratar de mejorar el servicio que se presta a la ciudadanía con un recurso tan importante, cada vez más, como el agua. En este panorama, el aumento de la producción de agua desalada, la mejora de los sistemas de depuración y la renovación de la red se plantean como la base de un nuevo plan de infraestructuras hidráulicas que prevé una inversión de 857 millones de euros en los próximos diez años.

La alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, defendió el nuevo plan del ciclo integral del agua como la mayor inversión de la historia de la capital grancanaria en infraestructuras hidráulicas.

El documento, que será llevado a pleno el próximo viernes, es el tercero que se aprueba en los últimos dieciséis años y, en buena medida, recoge las grandes infraestructuras que fueron esbozadas ya en los dos planes anteriores (el de 2008 y el de 2020) pero que no llegaron a materializarse nunca. El último de los planes preveía un centenar de actuaciones con un coste de 660 millones de euros. La diferencia con el proyecto actual se explica, básicamente, por la elevación de costes y la modernización tecnológica.

En el norte

  • Nueva depuradora: irá en el entorno de Costa Ayala y duplicará la capacidad que tiene la potabilizadora de Piedra Santa.

  • Cota 300: por debajo de ella, toda la población recibirá agua desalada en sus casas.

  • Nuevos depósitos: se trata de aumentar la capacidad de almacenaje multiplicando por cuatro el almacenamiento actual, que es de unos 200.000 metros cúbicos.

  • Mejora de la red de transporte , lo que supondrá crear más de 70 kilómetros nuevos para llegar el agua potable a las casas.

El equipamiento más importante en materia de abastecimiento y desalación es el de una nueva desaladora, que irá en la zona norte de la ciudad, en el entorno de Costa Ayala. La nueva planta tendrá una capacidad de desalación de unos 85.000 metros cúbicos al día, lo que supone en la práctica duplicar la capacidad de tratamiento que ofrece Piedra Santa. Con ello, no solo se reduciría el porcentaje de abastecimiento que se aprovisiona de pozos y galerías (un 15% del volumen total suministrado por la compañía mixta de Aguas, Emalsa), sino que además se superaría una de las debilidades básicas que presenta el sistema de producción actual de agua de Las Palmas de Gran Canaria, que es la concentración en un solo punto, en la costa de Jinámar.

«El mayor reto que debemos superar es la disminución de recursos subterráneos a consecuencia del descenso de precipitaciones», indicó la concejala de Aguas, Inmaculada Medina , «como consecuencia de este cambio sustancial en la fuente de abastecimiento, consecuencia probablemente también del cambio climático, consideramos que el agua desalada será la fuente de suministro casi en exclusiva».

La nueva desaladora del norte también permitirá garantizar el suministro con agua desalada por debajo de la cota 300, así como tener siempre una alternativa de suministro de zonas estratégicas en base un sistema dual de producción que permita cubrir con un centro de desalación los fallos del otro. «En este caso es una medida importante para reducir los riesgos de posible desabastecimiento», aseguró Darias, en referencia al apartado de producción y distribución.

Para evitar pérdidas, también se plantea la renovación de la red de abastecimiento en los puntos que se considera necesario, y la creación de nuevos depósitos.

Desde el Puerto

  • Nueva depuradora: irá en el recinto portuario y casi equipará su capacidad de tratamiento al que tiene Barranco Seco.

  • Mejora de la estación de bombeo de aguas residuales que está por el teatro Pérez Galdós y construcción de otras nuevas.

  • Renovación del alcantarillado y construcción allí donde no exista para evitar vertidos incontrolados. Hay que actuar sobre más de 300 kilómetros de conducciones.

El segundo gran equipamiento en materia de política hidráulica será la construcción de una nueva estación de depuración de aguas residuales, que estaba prevista en la zona portuaria, al norte de La Isleta.

La depuradora está llamada a tratar las aguas negras que produce la población entre La Isleta y Torre Las Palmas. En su momento, el equipamiento estaba dimensionado para depurar unos 36.000 metros cúbicos de aguas residuales, lo que permitirá aliviar la presión que soporta Barranco Seco en la actualidad, a donde llegan unos 45.800 metros cúbicos cada día.

Con eso, y la mejora de la estación de bombeo del Teatro Pérez Galdós, se confía en poder acabar con el problema de los malos olores que soportan desde hace años barrios como San Juan.

En paralelo a ello, se pretende ampliar también la red de tanques de tormenta, esto es, los depósitos que servirán para recoger el agua de la lluvia que corre por los barrancos, de modo que se eviten escorrentías y evacuaciones. Está prevista la puesta en uso de dieciocho de estos tanques, que presentan una capacidad de retención de unos 36.500 metros cúbicos.

«La introducción de los famosos tanques de tormenta, elevando el número hasta 18 para la eliminación de los caudales de lluvia en el caso como el cambio climático nos ha pasado que está mucho tiempo sin llover, pero cuando llueve, llueve una cantidad que es complicado que el sistema pueda asumir de golpe», aclaró la alcaldesa de la ciudad.

Con ello, además, se podrá eliminar los 132 puntos de vertidos de pluviales y sus arrastres que están identificados en Las Palmas de Gran Canaria.

Todo el esfuerzo en saneamiento se completa con la renovación del alcantarillado en sus tramos más antiguos o más deteriorados.

Pegar el municipio

  • Nuevas conexiones, en especial desde las depuradoras y desaladoras a todas las partes de Las Palmas de Gran Canaria.

Otro de los vectores claves de este plan es la renovación de la red, tanto la estratégica, entre las depuradoras y en zonas no abastecidas con agua desalada, como la del resto de la red, tal y como recoge una nota de prensa.

El concejal de Hacienda, Francisco Hernández Spínola, detalló que ya están iniciando contactos con diferentes instituciones para conseguir la financiación necesaria. Se espera obtener fondos de la Unión Europea, el Estado, la Comunidad Autónoma y el Consejo Insular de Aguas, aparte de la aportación que haga el propio Ayuntamiento.

Spínola indicó que está previsto que el mayor esfuerzo inversor se hará en torno al año 2027, cuando se podría alcanzar los 120 millones de euros. Se trata de una cifra que está marcada por las obras de la desaladora de Costa Ayala y de la depuradora de aguas residuales de La Isleta.

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