
Una obra de emergencia financiada por el Cabildo ha evitado daños estructurales en el templo ecuménico de Playa del Inglés, el icono de la arquitectura religiosa contemporánea de San Bartolomé de Tirajana y de Gran Canaria. La inversión, que ascendió a 60.000 euros aportados por la Consejería de Presidencia, permitió impermeabilizar la singular cubierta inclinada de esta obra de Manuel de la Peña y acabar con grietas y goteras.
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El presidente de la institución, Antonio Morales, quiso acercarse hasta el sur de la isla para comprobar los resultados de la actuación. Acudió acompañado por el consejero de Presidencia, Teodoro Sosa. El delegado de Asuntos Económicos de la Diócesis de Canarias, Eloy Santiago, expárroco de este templo, les hizo las veces de anfitrión y les guio por el exterior y el interior de la iglesia.
«Estamos muy agradecidos, porque al final esta era una obra de emergencia», apuntó Santiago. «Las cubiertas estaban en mal estado después de 50 años, con fisuras, grietas serias que ocasionaban problemas de humedad y filtraciones; se veía la urgencia de actuar», apostilló. Por tanto, tenían claro que había que intervenir, pero la obra excedía de sus posibilidades económicas.
Y ahí fue donde entró en liza el Cabildo, que, como explicó ayer su presidente, Antonio Morales, se enteró de esta reivindicación de la parroquia durante los actos conmemorativos por el 50 aniversario del templo, que se inauguró en 1971. «Nos hicieron llegar la existencia de estas deficiencias y nos comprometimos».
«Estamos ante la obra arquitectónica moderna religiosa más importante de Gran Canaria, es un icono y una referencia para el sur, el primer templo ecuménico de España y el segundo de Europa que acoge hasta 14 confesiones religiosas», destacó Morales.
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Las obras las ejecutó la empresa especializada Losam y se prolongaron durante mes y medio. Tuvieron cierta complicación porque parte del trabajo se tuvo que ejecutar a 32 metros de altura. «Estamos muy satisfechos; antes estaba todo el techo gris y ahora está blanquito», indicó Santiago.
Además, informó de que gracias a aportaciones de feligreses la parroquia pudo ejecutar también el arreglo de grietas en los patios interiores. «Hubo que picar, encofrar y arreglar», señaló.
El siguiente objetivo ahora, según apuntó, sería la rehabilitación de la impresionante verja de metal, obra del artista lagunero José Abad, que sirve de antesala al templo. «Es una pieza escultórica muy bonita, pero difícil de cuidar», indicó el sacerdote. En principio, Morales asentía mientras escuchaba la petición.
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