El sacerdote ingeniense Higinio Sánchez, actual párroco de San Rafael y El Doctoral, en Santa Lucía de Tirajana, abrió en la noche de este viernes los festejos en honor a la Virgen de la Candelaria y San Blas, en Ingenio, con un pregón cargado de recuerdos del municipio y de estas fiestas en su niñez y juventud, y cuando ya fue nombrado sacerdote. Además, ensalzó la figura de la patrona y aseguró que «ser de Ingenio y venir a la Candelaria debería ser una obligación moral».
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Asimismo, sostuvo que la Candelaria es un referente, nunca excluyente. «La identidad de este pueblo no está en las modas que se introducen y que nos llenan de vacío. Nosotros ofrecemos muchas cosas que son nuestras: tradición, folclore, cultura, lugares emblemáticos. Y entre todas estas cosas que ofrecemos, la Candelaria, una imagen, una devoción, un referente humano, cultural y religioso», detalló, al tiempo que recordó que antes de que este sitio se llamara Ingenio fue llamado Pago de La Candelaria. «La presencia de la Virgen, primero en aquella imagen que todavía conservamos, y ahora en esta imagen sevillana que amamos, nos ha acompañado y nos ha hecho pueblo», sostuvo.
Sánchez también hizo alarde de orgullo de su municipio y de su pasado como el nieto de Higinita. «Soy uno más de Ingenio que por mi ministerio he tenido que vivir fuera. Pero siempre vuelvo. Nunca he cambiado de residencia municipal, aquí voto y pago mis impuestos. Seguiré viniendo mientras pueda y aquí descansarán mis huesos», afirmó.
Eso sí, con cierta tristeza apunto que «el Ingenio que recuerdo de pequeño ha cambiado bastante. Las calles bulliciosas que convergen en la plaza, otrora llenas de vida, de tiendas y bares, zapaterías, ropa, de burros y cristianos, me parecen ahora silenciosas. Apenas hay niños».
También recordó que era una tierra noble y dura, regadas por las hoy escasas aguas que vienen de Guayadeque y la multitud de pozos abiertos, así como que fueron parte del triángulo de la pobreza de nuestra isla y de «la que nunca nos avergonzamos».
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Ensalzó que es un pueblo con grandes retos humanos y sociales, con dos grandes núcleos históricos, Ingenio y Carrizal, unidos en un mismo proyecto de vida, «donde ninguno somos enemigos sino aliados para que la memoria y la dignidad de este municipio perviva y se actualice en el respeto a las tradiciones, y en la acogida a los que ya son de los nuestros».
Y destacó que «si no te sientes orgulloso de tu terruño no podrás ser nunca ciudadano del mundo, porque un árbol crece bien y fuerte cuando tiene raíces», por eso pidió a las personas de su generación que no se alejen de esta fiestas y sean bisagra de las generaciones siguientes. Así, dio inicio a los festejos.
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