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El frangollo, ese postre típico canario que se preparaba tradicionalmente para Navidad y especialmente para el día del padre, fue este martes la dulce excusa para que la molinería Pérez Gil de Vecindario organizara un evento en el que no solo se ensalzó esta exquisitez sino también las tradiciones canarias con música, artesanía y el millo y el gofio como ingredientes estrellas.
Olga Torres, la responsable de el único molino que queda en la comarca y que el pasado año cumplió 75 años, fue la encargada de elaborar en vivo la receta heredada de su madre a la que le ha sumado más ingredientes. Así, ante autoridades, clientes y amigos, preparó el dulce con millo triturado crudo que la noche anterior había dejado en remojo al que le agregó almendras, canela en rama, leche, cáscaras de limón, bienmesabe, pasas, arroz, azúcar, margarina y sal.
Con esta cocina en vivo, acompañada por los chef Ruymán González, del restaurante Los Guayres del Hotel Cordial Mogán Playa, y Richard Díaz, de Sorondongo, Torres quiso recordar la tradición con la que antiguamente se agasajaba a los padres y abuelos el día de San José.
Decenas de personas, entre las que se encontraba el alcalde del municipio, Francisco García, y varios ediles del gobierno local, así como el ex alcalde Silverio Matos, y el presentador del programa Tenderete, David Naranjo, disfrutaron del acto que contó como maestro de ceremonia a uno de los hijos de Torres, Adrián, tercera generación al frente de este local junto a sus hermanas Dayra y Mireya, que han seguido el legado de Francisco Pérez Gil y su mujer, Francisca Ramírez, que fundaron en Doctoral, hace más de 75 años, el molino que en 1982 se trasladó al emplazamiento actual, en la calle Primero de Mayo.
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Además del postre estrella también se pudo disfrutar de un mouse de gofio realizado por David Morera y ver los productos artesanos de Raúl León, que trabaja la piedra, la madera, el hierro, y confecciona tanto los naifes antiguos como el zurrón de gofio.
Y no faltó la parte artística, con el maestro Francisco (Paco) García, que recitó unos divertidos versos, o el precioso relato que hizo la narradora Yudeyna Santana, nieta de romancera, de cómo fue creciendo el municipio con el paso de los años y la historia de este molino, desde su fundación en 1949 hasta su traslado en 1982, y les agradeció que sigan inundando las calles de Vecindario con el aroma de «nuestros recuerdos», ese olor a maíz tostado que puede apreciarse a distancia en buena parte del barrio.
El cierre musical lo puso el timplista Germán López, acompañado a la guitarra por David Díaz, junto a músicos y cantadores, que interpretaron una isa y una folía en homenaje al gofio y al frangollo. De esta forma, la molinería celebró el día del frangollo, que abre la puerta a otros eventos que buscan rescatar las tradiciones.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Óscar Beltrán de Otálora e Isabel Toledo
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez (ilustraciones)
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