La desaladora no producirá agua antes de julio de 2024

La obra marina de la desaladora de Salto de Chira, es decir, la construcción del inmisario que recogerá agua del mar y del emisario que verterá la salmuera se pondrá en marcha en el último trimestre de 2023 y tendrá una duración de 6 meses, según las previsiones de REE.

Su director de proyectos de bombeo, Sergio del Cerro, espera que, de cumplirse estos plazos, las pruebas de funcionamiento de la desaladora se inicien en el tercer trimestre de 2024 y todavía no se atreve a dar una fecha para iniciar el bombeo del agua desalada hasta las presas de Chira y Soria.

Adelanta, sí, que en breve empezará el cerramiento exterior y la colocación de la cubierta de la estación desalinizadora, que se levanta entre El Pajar y Arguineguín, que dentro de dos o tres meses se empezarán a montar los equipos y que ya se están probando las bombas de alta presión en fábrica.

La canalización de la tubería de impulsión del agua desalada hasta las presas tiene ejecutado ya su primer tramo, unos 1.600 metros, que solo supone el 14% del trazado previsto. Forma parte del contrato de la desaladora, parte de ella y llega hasta el viaducto de la GC-1 que cruza el barranco de Arguineguín.

A partir de ahí faltan otros 15,5 kilómetros de tubería a lo largo de ese barranco y una segunda estación de bombeo junto al túnel de acceso a las cavernas de la central. La adjudicataria de este segundo tramo, la empresa Sacyr, está comprando los suministros precisos y pretende iniciar la canalización el próximo mes de septiembre, señala Del Cerro.

Antes está previsto acabar el tratamiento forestal del barranco, ejecutado en un 50%, estima.

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