Los vecinos de La Montañeta de Ingenio, que suman alrededor de 2.800 habitantes, han convivido sin problemas desde hace décadas con granjas avícolas junto al barranco de Ingenio, en la trasera del cementerio, pero todo cambió desde hace poco más de un año. Una de las empresas instaló a menos de 200 metros de sus viviendas una compostadora de estiércol que provoca olores imposibles de soportar cuando hay viento del sur o el tiempo está en calma.
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El fuerte hedor que despide el material que quema es tan agobiante que les impide vivir con normalidad esos días, ya que tienen que permanecer con las ventanas cerradas y apenas pueden salir a la calle, ya que les afecta a la salud, especialmente por molestias en la garganta y en las vías respiratorias.
Uno de los vecinos, Francisco Artiles, llevó su queja al último pleno y pidió a las autoridades una solución. Él y Juan Andrés Hernández abanderan la oposición a esta industria en una zona urbanizada y han presentado alegaciones a la revisión de la autorización ambiental de Granja La Pardilla tras la instalación de la máquina para el compostaje de estiércol, que ya ha sido aprobada por la Dirección General de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias.
En pocas horas reunieron 212 firmas para denunciar que provoca malos olores, pese que la empresa estipula que tiene instalado filtros para evitarlos. No entienden cómo han permitido la instalación a escasos metros de viviendas, un cementerio, un tanatorio y un campo de fútbol.
Algunos vecinos quieren que se le revoque la licencia. Otros se conforman con que la máquina no funcione cuando el viento se dirige hacia la urbanización, algo que los propietarios han asegurado a las autoridades municipales que no es posible.
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Pese a que el Ayuntamiento no tiene competencia en esta materia, la alcaldesa, Vanesa Martín, y la concejala de Comercio e Industria, Almudena Hernández, se reunirán mañana por la tarde con los residentes para mostrarles su apoyo, explicarles las últimas gestiones realizadas tanto con los responsables de la granja como con Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y asegurarles que tocarán las puertas que sean necesarias.
En la revisión de la autorización ambiental se especifica que esta granja, pese a tener capacidad para la cría de 80.000 gallinas, tiene una media de 68.000, que producen al año 13 millones de huevos. Las cantidades de producción estimada de subproductos sandach, no destinados al consumo humano, son de unas 4,5 toneladas de animales muertos, 3,1 de huevos no aptos y 1.500 toneladas de estiércol.
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Asimismo, detalla que la maquinaria de tratamiento e higienización de la gallinaza, la compostadora, tiene una capacidad de carga de 105 metros cúbicos totales y carga diaria de 12 a 14 toneladas, con capacidad de salida de compost cada día de 2 a 4 toneladas.
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