
Secciones
Servicios
Destacamos
Entre los callejones adoquinados del casco histórico de Agüimes se encuentra la calle Progreso. En su número 25 se erige una de las casas más antiguas de la zona. Sus muros soportan más de 300 años de vida, y lejos de quedarse en el olvido o sucumbir al deterioro, mantiene su pasado glorioso gracias al ilusionante proyecto que su propietario, Leonardo Trujillo González, de 87 años, y su hijo, Manuel Trujillo Goyes, han desarrollado para recuperar lo que se conocía como La Ciudadela. Ambos han convertido la finca de más de 400 metros cuadrados en una mini ciudad, como la define Manuel, en la que conviven viviendas y locales de artesanía y hostelería.
Nada más llegar al portalón de madera de dos hojas de color verde agua, un amplio patio con pequeños arbustos que dan sombra, el sonido de la música de fondo y el trasiego de los artesanos Mercedes Martínez Muñoz (puros DobleM), Alessia Orsi yRoberto Gaspa (cerámica y bolsos de cremallera), Isabel Santana Guerra (costurera de la marca Girasoles) y Yeray Sánchez Rodríguez (hostelero de El Patio de Carmencita) invitan a entrar.
La Ciudadela renace en la calle ProgresoVer 18 fotos
Donde ahora se levanta este espacio multifuncional antes había pequeñas cuarterías (viviendas y cuartos situados en las afueras de las ciudades acondicionados para la gente pobre) con baño y cocina común, que los suegros de Leonardo, María Rodríguez y Leonardo Manuel Goyes, alquilaban a un duro y después a 100 pesetas a recién casados, viajeros o personas con pocos recursos.
Manuel cuenta que todo comenzó cuando su madre, Salvadora Goyes Rodríguez, heredó una de la casas de la finca. Su padre era por entonces marchante de animales y con las «perras que ganaba compraba casas», así que el matrimonio decidió comprar el resto de las habitaciones a sus cinco hermanos. En 2014, Manuel, su esposa Isabel Santana Guerra y los diez hijos que tienen entre los dos se mudaron a la casa y comenzaron a reformarla «poco a poco» hasta que la convirtieron en un lugar agradable» donde foráneos y turistas puede adquirir artesanía hecha a mano o tomar un refrigerio. «Es una manera de recuperar el dinamismo económico y comercial que ha tenido históricamente este barrio y de darle utilidad a un casa familiar que en desuso», señala Manuel. Y es que el casco viejo de Agüimes es la zona más visitada del municipio. No hay turista que recale en la ciudad que no lo visite y este negocio es desde hace unos meses una de las visitas obligadas para «tomar resuello» para poder continuar la ruta turística, comenta.
La primera inquilina que llegó a La Ciudadela lo hizo en época de pandemia. Tras su mudanza a los pocos meses, las dos viviendas las ocuparon Connie y Nanci, de nacionalidad suiza y holanda, respectivamente. Luego llegaron los artesanos y, por último, hace mes y medio abrió la cafetería El Patio de Carmencita.
El patio central de la casa hace las veces de punto de encuentro del resto de las estancias. Todos sus inquilinos se han esmerado en dejarlo lo más pintoresco posible para atraer al público, pero lo más bonito es escuchar a los vecinos mayores contar las historias que atesora el lugar, «como señoras que recuerdan su infancia o que se casaron aquí o que entre estas paredes dieron a luz a su primer hijo», señala Manuel.
La casa de dos plantas distribuye en la zona de arriba una vivienda y en la de abajo, tres locales de artesanía, una cafetería y una segunda vivienda. A la entrada a la izquierda, se encuentra el taller de puros donde Mercedes, de origen cubano con más de 20 años viviendo en Gran Canaria, elabora el tabaco como lo aprendió desde muy jovencita junto a su madre en la fábrica de puros cubana. «Hacer el puro es arte y fumarlo es un placer», dice la creadora de la marca DobleM. La llaman La Dama de los Puros porque además de elaborarlos, enseña a encenderlos y cómo fumarlos en eventos, bodas o espectáculos.
Al lado, se encuentra Girasoles, la marca de Isabel que se dedica a la costura de gorros y bolsos. «Después de criar a 10 hijos, me aburría y como siempre me ha gustado la costura, pues primero tuve la oportunidad con La Gata y ahora me dedico a esto en solitario», afirma.
Al fondo se encuentra la cafetería de Yeray, El Patio de Carmencita, virgen de la que es muy devoto y de la que ha sido costalero en las fiesta capitalina de La Isleta durante 17 años. «El amor me trajo a Agüimes y yo me traje a mi virgencita conmigo porque para eso soy nacido y criado a la orilla de El Confital», dice.
Y a la derecha, Alessia y Roberto, pareja de italianos, con su bolsos de cremallera y cerámicas, que viven en el casco histórico y que un día paseando hace tres meses dieron con la casa y se enamoraron de ella hasta tal punto que alquilaron un espacio para su artesanía.
Publicidad
Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a CANARIAS7!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.