En Meloneras. Antena donada por el INTA que se usó para el Minisat.Juan Carlos Alonso
Una antena para recordar el papel de Maspalomas en la carrera espacial
En conmemoración. ·
El INTA dona el artilugio a San Bartolomé de Tirajana como símbolo de los lazos entre el municipio y la historia de la exploración espacial | Está ubicada a la entrada de Meloneras, muy cerca de donde la NASA montó la estación
Puede que hoy en día cueste creerlo, pero la NASA estuvo en Meloneras bastante antes que los hoteles de alto estanding, los centros comerciales, las discotecas, el palacio de congresos y exposiciones o los edificios de aparcamientos bajo rasante. Allí, cerca del Faro de Maspalomas y rodeada por cultivos de tomateras, los norteamericanos plantaron una estación para la exploración del espacio exterior.
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Estaba en el entorno de donde desde hace unos días, visitantes y vecinos de este enclave turístico de San Bartolomé de Tirajana pueden contemplar la estampa de una curiosa antena de 5 metros de diámetro y más de 4.000 kilos, erigida ahora como un símbolo de lo que significó para la exploración espacial este enclave grancanario.
Esta iniciativa ha sido fruto de un convenio que se ha firmado entre el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), que era el propietario de este artilugio, instalado junto a la rotonda que regula la intersección entre la Avenida Cristóbal Colón, la que lleva hasta el Faro de Maspalomas, y el Paseo Príncipe de Asturias, que conduce hasta ExpoMeloneras.
Álvaro Martínez-Villalobos Castillo, coronel director del Centro Espacial de Canarias (CEC), que pertenece al INTA, explica que la antena ha sido donada por este organismo de ámbito nacional y vinculado al Ministerio de Defensa como «símbolo de los lazos históricos entre el municipio y la historia de la exploración espacial». Para la edil de Presidencia, Elena Álamo, servirá también para visibilizar la presencia en el municipio del INTA, «que realiza una encomiable labor desde el punto de vista científico», y para recordar que Maspalomas jugó un papel en la llegada del hombre a la Luna.
En los años 60 solo estaban el Faro de Maspalomas y la estación. Los círculos ubican las instalaciones que tuvo la NASA en una Meloneras vacía, sin edificios ni turistas.
Imagen cedida por el INTA
Aunque la NASA acabó trasladando sus instalaciones a Montaña Blanca (donde siguen ahora, ya bajo la gestión del INTA), Martínez-Villalobos precisa que en un primer momento la agencia norteamericana ubicó su primera estación en Meloneras, a apenas 200 metros de donde ha sido colocada esta antena.
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Aquellas primitivas instalaciones norteamericanas llegaron de la mano del que fue el primer programa espacial tripulado de EE UU, el Mercury, desarrollado entre 1961 y 1963 en el marco de la carrera espacial y que tuvo su arranque en 1958, fecha en la que, según el coronel director de esta sede del INTA de Maspalomas, fue abierta la estación de la NASA en Meloneras.
Aquella delegación en Gran Canaria de la agencia de investigación aeroespacial participó en el Mercury, pero también en el Gemini y en el Apolo, programa este último con el que EE UU logró que el ser humano pusiera un pie en el único satélite natural de La Tierra. No en vano, fue la llamada entonces Estación Espacial de Maspalomas la que sirvió de elemento de conexión para retomar las conversaciones, que se habían perdido, entre el Centro Espacial Johnson, en Houston, y el Apolo 11, la misión tripulada que consiguió alunizar en 1969.
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Esta foto recoge más a pie de tierra las dependencias de aquella primera estación.
Imagen cedida por el INTA.
De aquellas dependencias ya no queda nada. Fueron trasladadas por la propia agencia norteamericana a Montaña Blanca, a finales de los 60, que luego, finalizado el Apolo, transfirió en 1975 al INTA, que las tuvo inactivas hasta 1979, cuando firmó un acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA). Hoy trabajan a pleno rendimiento y albergan más de 40 antenas operadas las 24 horas.
El restaurante. Le pusieron Mercury, como la misión, y sigue en pie, solo que ya no funciona como restaurante. Se abrió para los trabajadores de la estación de la NASA.
C7
De lo que hubo en Meloneras solo resisten la base de una de las antenas de entonces, en las proximidades de donde el Circo del Sol tiene montada su carpa estos días, y, como curiosidad, el inmueble del que fue el restaurante Mercury (o Mercurio), que abrió en aquellos años precisamente para asistir a los trabajadores de la estación y que cerró hace décadas. Está a un lado de la Avenida de Cristóbal Colón.
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Elena Álamo, con chaqueta azul, en una reciente visita a las instalaciones del INTA, donde el Ayuntamiento ha promovido la creación de jardines con alumnado de ciclos formativos de institutos del municipio.
En memoria de todo aquello quedará ahora esta antena, aunque no sea de aquella época, aclara Martínez-Villalobos. Estuvo instalada y en servicio en el Centro Espacial de Canarias (el INTA de Maspalomas) hasta 2002. Su función fue la de controlar el satélite Minisat 01, segundo satélite español enviado al espacio, en 1997, y el primero lanzado desde territorio nacional. Se lanzó con éxito desde Canarias con un cohete Pegasus XL a bordo de un avión Lockheed L-1011 TriStar que despegó desde la Base Aérea de Gando el 21 de abril de 1997.
La inauguración de la antena será el 19 de marzo y ha sido posible gracias a los trabajos de Secoinsan SL, que cimentó el artilugio con una zapata de hormigón armado de 1,50 metros de profundidad.
El Minisat 01 es el satélite que se mandó al espacio con el cohete Pegasus, pegado a la panza de este avión, en 1997.
Imagen cedida por el INTA
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