El general de Tito Berni afirma que es un «cadáver social» y que picó el «cebo» del mediador
caso mediador ·
En su escrito al juzgado afirma ser una «víctima de la pérfida estafa urdida por Navarro» y asegura que su único delito ha sido «fanfarronear» en alguna ocasión
Es la «verdad» de la trama de Tito Berni según la versión del general de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas, en prisión acusado de ser uno de los cabecillas de la red corrupta que salpica al Partido Socialista. A lo largo de 21 páginas, la letrada del mando militar, Corina Melián, intenta presentar a su cliente como una «víctima de la pérfida estafa urdida» por el mediador de la trama, Marco Antonio Navarro Tacoronte. Su alegato, al que ha tenido acceso en exclusiva este medio, no tuvo mucho éxito porque la juez tinerfeña no le creyó y confirmó su decisión de mantener entre rejas al uniformado, el único imputado que está en prisión (desde el 16 de febrero).
En su escrito, el mando del instituto armado no se atañe, ni mucho menos, a pedir su libertad esgrimiendo las clásicas razones: no hay riesgo de fuga, colaboración con la justicia y que no hay posibilidad de destrucción de pruebas. No. La defensa va mucho más allá e intenta, en esta prematura fase, directamente desmontar todas las acusaciones contra su cliente, al que insiste en calificar de «cadáver social», ya que su identidad e imagen a salido en todos lo medios y, por tanto, sin influencia de manipular ya nada ni a nadie en este procedimiento.
Y todo pasa por culpar al mediador de todo. Ni una referencia a que el general pidió tarjetas prepago, ni a que pidió y consiguió viajes gratis para su amante y supuestos patrocinios para otros encuentros sexuales, ni que aceptó los fajos de billetes, ni a la investigación por su supuesta intermediación en concursos millonarios en el Sahel…
«La presente investigación se basa -prácticamente en exclusiva- en las declaraciones prestadas por Navarro Tacoronte y en los archivos de imagen y de audio que oportunamente fue almacenando en sus teléfonos móviles. La peculiar puesta en escena y el rocambolesco entramado urdido y ejecutado por el autodenominado mediador, obliga a preguntarnos ¿quién es, en verdad, Marco Antonio Tacoronte?», señala el escrito.
La respuesta a esa pregunta pasa por recordar que ha sido reo en la prisión de Tenerife II y numerar el largo historial de «antecedentes penales cancelables» que, afirma la defensa, tiene el mediador: dos condenas por falsificación de documentos públicos, robo con fuerza, robo con violencia, abandono de familia, estafa y conducción sin permiso.
«Este es el perfil personal y delincuencial de Navarro, que se jacta de ser el mediador, que va de periódico en periódico y de radio en radio, sembrando su ficción a todo aquel que le preste atención y manipulando groseramente y a su antojo la realidad, con la seguridad de quien no tiene nada que perder, puesto que lo que persigue -además de un trato procesal condescendiente- es el reconocimiento, la popularidad y la fama malentendida», denuncia el general de división.
El escrito lamenta que, «a pesar del recorrido delincuencial que consta» a Navarro, su versión, sin embargo, «es la principal -y casi única- fuente de prueba de cargo en el presente procedimiento», siendo a la par, (el mediador) el urdidor de la gran «estafa» al propio mando y a los empresarios.
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