Puerto del Rosario ayuda a preservar la cabra majorera

El Ayuntamiento de Puerto del Rosario, a través de la Concejalía de Sector Primario, ha firmado un convenio de colaboración con la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera.

El acto contó con el alcalde, David de Vera; el concejal de Sector Primario, David de León; y el presidente de FECAMA, Iriome Perdomo.

El convenio, que incluye una subvención nominada de 13.000 euros, está destinado a sufragar gastos de mantenimiento, así como la formación de técnicos especializados en inseminación artificial. Estos fondos son esenciales para garantizar la pureza y la mejora genética de la raza caprina majorera, especie en peligro de extinción.

El alcalde, David de Vera, destacó tras la firma la importancia de este acuerdo para la economía local y la identidad cultural de la isla. En este sentido, manifestó que «el sector ganadero de Fuerteventura, con la cabra majorera como protagonista, es un pilar fundamental de nuestra economía. Este convenio es una muestra del compromiso de este equipo de Gobierno con la sostenibilidad del sector».

Por su parte, el concejal de Sector Primario, David de León, subrayó la relevancia de mantener la pureza genética de esta raza, explicando que «la cabra majorera no solo es vital para la producción del queso majorero, reconocido por su alta calidad, sino que también es un símbolo de nuestra riqueza cultural. Con este convenio, estamos asegurando que las futuras generaciones de ganaderos puedan seguir trabajando con una cabaña caprina sana y de calidad».

El presidente de FECAMA, Iriome Perdomo, expresó su satisfacción por la firma de este convenio, «desde FECAMA, llevamos 13 años liderando la ordenación de la población caprina majorera. Este apoyo financiero es crucial para continuar con nuestra labor y la de nuestros 98 socios de preservación y mejora genética, garantizando la sostenibilidad del sector ganadero en la isla«.

Este convenio refuerza la conservación de la raza caprina majorera, una especie que no solo representa un valor económico, sino también un legado cultural para Fuerteventura.