Mes negro en Fuerteventura: cuatro guirres, tres hubaras y una aguillila muertos contra las torretas, el tendido eléctrico y parques eólicos

Febrero ha sido un «mes negro» para las aves protegidas en la Isla de Fuerteventura por su colisión con infraestructuras energéticas en diferentes puntos de la geografía insular. Los agentes de Medio Ambiente, que realizan un seguimiento continuo de las infraestructuras de producción, transporte y distribución de la energía eléctrica en la isla, han levantado actas por el hallazgo de hasta ocho ejemplares accidentados, catalogados como en peligro de extinción o vulnerables.

De esta manera, los agentes de Medio Ambiente han retirado un ejemplar de guirre y uno de aguililla accidentadas por colisión en el parque eólico 'Los Alisios', ubicado en la zona de El Cardón, entre los municipios de Tuineje y Pájara. Asimismo, se localizaron dos guirres accidentados por colisión contra los vanos del cableado de la red de transporte de 66 kilovoltios, del tendido eléctrico en la zona del Malpaís de Gayría (Antigua), un ejemplar de avutarda por la misma afección en la localidad de La Caldereta (La Oliva) al colisionar contra los vanos del cableado de la red de transporte de 132 kilovoltios. Un ejemplar de guirre, localizado bajo el apoyo de la red de distribución eléctrica 20 kilovoltios, así como dos ejemplares de avutarda colisionadas contra los vanos del cableado entre los apoyos eléctricos, es decir las torretas, en la zona de montaña Bermeja, entre las poblaciones de Tefía y los Llanos de la Concepción.

Los hallazgos fueron informados a la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad para que se tomen las medidas pertinentes para la protección de la fauna y notificar a las empresas responsables.

En el caso fauna accidentada por tendido eléctrico, la empresa debe aplicar lo establecido en el Real Decreto 1432/2008 por el que se establecen medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión.

Además, desde el Cabildo se ha pedido en reiteradas ocasiones a representantes de Red Eléctrica, el desmantelamiento en su totalidad de la antigua línea eléctrica de 66 kilovoltios una vez esté en funcionamiento la nueva línea de 132, con la intención de retirar cualquier componente externo que pueda alterar el paisaje y la fauna majorera, tal y como contempla los condicionantes de la Declaración de Impacto que aprobó el proyecto de 132 kilovoltios.

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