Macho de raza caprina majorera, en la explotacion ganadera de la rosa de Chinichivito, en Lajares, en el municipio de La Oliva.Javier Melián / Acfi Press
Autorizada la comercialización, a nivel nacional, del semen de raza caprina majorera
Selección genética ·
El proceso de selección de los machos comienza por las madres en la explotación ganadera y luego dura un año, una vez que entran en el Centro de Sementales, incluidas dos cuarentenas. El consejero regional Narvay Quintero confirmó al Centro de Sementales de la Raza Caprina Majorera, en Tefía, su registro como única entidad de recogida y distribución a nivel nacional de productos reproductivos de esta especie autóctona
El único centro autorizado para la comercialización de semen de raza caprina majorera a nivel nacional es el Centro de Sementales de Tefía, en el municipio de Puerto del Rosario. Aunque abrió en 2023, las instalaciones de selección genética de la raza majorera de cabras son una aspiración antigua del sector que recibe ahora el respaldo oficial de su acreditación como centro de recogida, transformación, almacenamiento y distribución de dosis seminales.
El proceso de selección de los sementales comienza en las propias explotaciones ganaderas. El veterinario de Fecama, Gabriel Fernández, elige las cabras que están por encima del 30% del percentil de leche, grasa y proteína, «que serán las candidatas a madres de sementales», detalla Eva Cano, del equipo directivo de Fecama. El trabajo en las granjas no es sólo de selección genética, también se realiza un control sanitario por parte de la veterinaria Lola Ruiz.
Eva Cano, de Fecama, explica el proceso de seleción de los sementales con la veterinaria Lola Ruiz; abajo, el consejero regional Narvay Quintero y la presidental insular Lola García.
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Los sementales seleccionados se trasladan al Centro de Sementales de Raza Caprina, en Tefía, donde les esperan dos cuarentenas. «Si pasan todos los filtros de los programas sanitarios, que no tengan defectos descalificatorios, caseínas correctas, etc, después de un año de su llegada pasarían a formar parte del plantel de todos los machos en edad reproductiva para la extracción de semen», sigue detallando Eva Cano.
A estas alturas, queda claro que es un proceso «muy complicado», como reconoce la propia Cano. «No sólo dependes de todas las incertidumbres que puedan surgir dentro de la propia explotación ganadera sino que hay que sumar lo que pueda pasar en el propio centro a lo largo de un año para que los machos lleguen, desde su entrada hasta su destino final en el centro, como óptimos para iniciar la extracción de semen».
Es, en definitiva, un trabajo «muy arduo y muy complicado», corrobora la responsable de Fecama, que sale adelante gracias a la implicación de los ganaderos. «Sin ellos, la selección genética no tendría futuro ninguno». En cada uno de las cuatro islas donde está presente Fecama, tiene un veterinario responsable del seguimiento de los ejemplares. Ahora mismo, existen 22 explotaciones ganaderas «que realmente podrán llegar a destinar sementales al centro».
Los ganaderos majoreros eran antes «buenísimos» seleccionando machos, «pero los tiempos han cambiado y han traído nuevas tecnologías», reconoce Iriome Perdomo, presidente de Fecama, con el Centro de Sementales a sus espaldas en Tefía.
Narvay Quintero, consejero regional, y Lola García, presidenta majorera, entre otros, ante el Centro de Sementales de la Raza Caprina Majorera, en Tefía. Abajo, Narvay Quintero e Iriome Perdomo, de Fecama, escuchan a Eva Cano, también de Fecama.
Javier Melián / Acfi Press
La buena noticia de la comercialización del semen de la raza caprina majorera a través del centro la anunció este viernes Narvay Quintero, consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, que otorga una subvención anual de 140.000 euros al centro de Tefía. Por su parte, el Cabildo de Fuerteventura destina 100.000 euros a Fecama para inversiones que necesita el centro y 20.000 euros al funcionamiento de la Asociación de Criadores de Cabra de Fuerteventura.
Detrás de este anuncio de homologación, está el trabajo de la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera (Fecama) y de la Asociación de Criadores de Cabra de Fuerteventura que pusieron en marcha hace un año esta infraestructura que puede acoger hasta 60 machos y que presta servicio a 78 explotaciones ganaderas de cuatro islas (Fuerteventura, Lanzarote, Tenerife y Gran Canaria), de las cuales 22 son las candidatas a incorporar animales a este centro de control genético caprino.
Con la selección genética que realiza el equipo veterinario de Fecama, se pretende la mejora genética de los rebaños con plenas garantías sanitarias para evitar enfermedades, «optimizando la producción y mejorando la calidad de la leche y productos derivados, como el queso», detalla Iriome Perdomo, presidente de la federación. Además posibilita un control genealógico de las nuevas generaciones mediante pruebas de filiación por ADN, impulsando una raza más productiva, resistente y adaptada a las condiciones climáticas.
La selección de semen se realiza en función de parámetros como grasa, proteína o morfología de los ejemplares. «A partir de ahora, gracias a las nuevas innovaciones, tendremos semen limpio, lo que supone un aliento para el sector, ya que estamos condicionados por todas las enfermedades que podrían afectar a la ganadería caprina», apunta Iriome Perdomo.
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