Una de las observaciones nocturnas organizadas por la empresa de astroturismo de Karen.Stars by Night
El atractivo turístico está en el cielo nocturno
Astroturismo ·
Karen Moore, guía astroturística, dirige Stars by Night, la única empresa de astroturismo de Fuerteventura, y propone observaciones de planetas y estrellas. A pesar de ser Reserva Starlight desde 2015, denuncia la contaminación lumínica de la isla
Una noche Karen Moore (Londres, 1997) acampó en Esquinzo, en la costa oeste del municipio de La Oliva. Todo el cielo la miraba en su esplendor y pensó: «quiero enseñar las estrellas a los turistas». Y así lo hizo. Se llama Stars by Night y es la única empresa de astroturismo de Fuerteventura.
Moore venía de Madagascar, donde trabajó en un proyecto de ecoturismo. De allí pasó a su Londres natal, donde realizó un trabajo de oficina. Su hermano tenía por entonces una escuela de surf en Fuerteventura y la invitó a pasar aquí sus vacaciones. Sólo fueron tres semanas, pero suficientes para rendirse «enamorada de esta isla salvaje».
Una de las fotografías realizadas durante sus observaciones nocturnas.
Stars by Night
De eso hace 16 años durante los que Karen vivió primero seis años en Corralejo, luego cuatro en Lajares y por último más de dos años en Tindaya. Al principio, no encontraba futuro laboral hasta la noche de Esquinzo. «Yo me preguntaba qué podía hacer y, cuando tuve la certeza, en dos meses conseguí al astrónomo Enrique Pérez y puse en marcha mi proyecto de astroturismo».
Esta guía turística de la oscuridad reconoce que tardó tres años en empezar a ganar dinero. Cuando Stars by Night cumplió cinco años de observaciones del cielo nocturno, se compró un telescopio y empezó a enseñar ella misma las estrellas, los planetas y los meteoros que atraviesan la noche. En 2022, se trasladó a la isla de La Palma a sacarse el título de monitora Starlight con Antonia Varela, directora de la Fundación Starlight.
Su abanico de servicios incluye por supuesto observaciones de estrellas; Moon Walk que consiste en contemplar la puesta del sol y la salida de la luna llena desde Calderón Hondo, en Lajares; sesiones de fotografía nocturna para inmortalizar las estrellas, la Vía Láctea o incluso una lluvia de meteoritos «que es una experiencia increíble y puede dar lugar a fotografías impresionantes»; y talleres de astronomía para entender el cielo nocturno. Esta misma semana, llevó a un grupo de trece personas (franceses, británicos, españoles y ruso) a uno de sus lugares favoritos de observación: Los Molinos, en la costa de barlovento de Puerto del Rosario, lejos de la contaminación lumínica y escuchando el ruido de la mar del norte.
Meteorito atravesando la Vía Láctea.
Stars by Night
Y es una de sus atalayas favoritas para explicar la oscuridad porque, desde hace unos meses, el Ayuntamiento de Puerto del Rosario apagó las luces de Tefía y de Las Parcelas, con lo que el espectáculo del cielo nocturno se ve en su esplendor. «Es el único ayuntamiento que ha demostrado luchar contra la contaminación lumínica».
Los seis focos de la granja de Pozo Negro
Otro de sus lugares ofertados de observaciones de estrellas es La Atalayita, en Pozo Negro, sobre todo porque resulta accesible para las personas con problemas de movilidad. Pero se revuelve enfadada por la contaminación lumínica de la granja insular de Pozo Negro, con sus seis focos de luces azules y blancas.
Por eso, cuando el grupo es pequeño y no hay ninguna persona con problemas de movilidad, los traslada al cercano Valle de la Cueva donde ahí sí, «ahí sí que reina la oscuridad».
Luces de El Cotillo desde Jarugo
La playa de Jarugo también es una de sus atalayas favoritas para levantar la cabeza y mirar al cielo nocturno. La ruta incluye la puesta de sol en excursión privada y luego a esperar la oscuridad, que no llega en sus plenitud por la contaminación lumínica de El Cotillo. «Llega hasta Los Molinos, peor en Jarugo».
En Jarugo se añade el problema de las luces de las autocaravanas que pasan allí la noche, «aunque normalmente estas personas no utilizan luces tan brillantes».
Como pudieron comprobar sus clientes de Los Molinos de esta semana, Fuerteventura es «una ventana al universo como Hawai y permite distinguir Júpiter, Saturno y la galaxia Andrómeda. En seis meses veremos otros planetas, otras estrellas».
Fuerteventura, como el resto de Canarias, está muy cerca del ecuador, con lo que se puede ver todo el hemisferio norte y el parte del hemisferio sur, «si la contaminación lumínica cesara». Reserva Starlight desde 2015, Karen Moore aprecia que en los últimos dos años se nos ha olvidado bajar la potencia de casas y alumbrado callejero, cambiar las bombillas a amarillas en vez de blancas o azules. Aunque por ahora nos queden las noches de Esquinzo.
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