El cohecho de Espinosa: 19.880 euros, puros, comidas, viajes y empleo para su pareja y para él

Francisco Suárez Álamo y Francisco José Fajardo

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 10 de abril 2025, 23:40

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El general ya jubilado de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas actuó «con desprecio hacia los principios que inspiran el correcto principio de la función pública». Así resume el fiscal Anticorrupción Jaime Serrano-Jover el comportamiento del militar en el marco del caso Mediador.

Esa afirmación aparece incluida en el escrito remitido por la Fiscalía al Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife interesando la apertura de juicio oral en una de las piezas separadas del citado caso. En ella se analizan los vínculos entre Espinosa Navas, Marco Antonio Navarro Tacoronte (el Mediador) y el empresario Antonio Bautista Prado (conocido en la trama como el Curilla).

El relato de la Fiscalía cifra en 19.880 euros los pagos realizados por Antonio Bautista Prado, titular de la empresa Cleanergetic Seers Solutions SL, Café au Ligth Group y Cieanergetic Insular SL a la trama, tanto con entregas directas de dinero al Mediador que este habría hecho llegar al mando de la Guardia Civil como con el abono sistemático de comidas con el militar y el propio Navarro Tacoronte, además de regalos de puros a Espinosa Navas, billetes para viajes, alojamientos y coche de alquiler.

A eso se une, según el relato de la Fiscalía, el intento del militar, siempre a través del Mediador, de que el empresario contratase, a razón de 3.000 euros al mes, a quien era su pareja sentimental. También considera acreditado la Fiscalía que Espinosa Navas planteó a Bautista Prado que lo contratase cuando se jubilase en la Guardia Civil. Ambas contrataciones no se realizaron porque, según concluye la investigación, las promesas de grandes negocios en Canarias que se hicieron llegar a Bautista Prado no llegaron a materializarse.

De hecho, en el escrito la Fiscalía menciona expresamente tres contactos empresariales para la instalación de placas fotovoltaicas en otros tantos grupos empresariales con presencia en las islas que no llegaron a realizarse y en los que tanto Espinosa como Navarro hicieron de intermediarios.

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En ese sentido, la Fiscalía detalla que fue a finales de agosto de 2020 cuando Antonio Bautista Prado, «en su intención de instalarse en las Islas Canarias para expandir sus negocios mercantiles, contactó con el encausado Marco Antonio Navarro Tacoronte», que se presentaba «como una persona integrada en el Gobierno de Canarias y con numerosos e importantes contactos en el mundo empresarial y el ámbito público en el archipiélago».

En el caso del general de la Guardia Civil, la trama de presunta corrupción se aprovechó de sus «numerosos contactos muy significativos en las islas, tanto en el ámbito público y privado», fruto de su condición en aquel momento de coronel al frente de la Comandancia de la Guardia Civil en Las Palmas.

Respecto a las dádivas y los pagos de los que se habría beneficiado el militar, la Fiscalía recuerda que eran «absolutamente incompatibles con la condición del cargo que ocupaba el general, pues como servidor público y dada la función que representaba le estaba prohibido recibir dádivas o remuneraciones económicas por las actividades que desplegaba o en consideración a ellas y que le estaban terminantemente vetadas».

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Como adelanto CANARIAS7, en esa pieza separada la Fiscalía pide para Espinosa Navas un año de prisión y tres de suspensión de empleo y cargo público por un presunto delito de cohecho; otro tanto para Antonio Navarro Tacoronte y también un año de prisión para el empresario Antonio Bautista Prado.