Ahora mismo la situación es muy confusa. Puede ocurrir cualquier cosa en los próximos días y las negociaciones están abiertas a varias bandas. Que el PSOE desbanque a NC en sus feudos, Telde y Santa Lucía, más otros municipios donde podría ser el socio del PSOE, han activado las desconfianzas y alarmas oportunas en el nacionalismo de izquierdas. Antonio Morales sabe ya que el riesgo de una moción de censura en su contra puede materializarse en cualquier instante del mandato que en breve empezará; no tiene sentido quitarle las alcaldías a aquel partido con el que vas a gobernar en el Cabildo de Gran Canaria y también supuestamente en el Ejecutivo regional.
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La jornada del pasado domingo lo cambió todo. Ahora gana enteros gubernamentales acuerdos diferentes al inicial de izquierdas (primera opción que se contemplaba) como podría ser el protagonizado por el PSOE y CC (segunda opción) o CC, PP y NC (tercera vía). Es más, en este último escenario NC se aseguraría un escaño por la provincia de Las Palmas de repetirse las elecciones generales a la vuelta del verano. Entonces el nacionalismo canario contaría en el Congreso de los Diputados con representantes en ambas circunscripciones. Y asimismo CC mantendría su poder institucional en Tenerife donde el PSOE maniobra para laminar su peso de siempre.
El factor tiempo es crucial. Y cuanto más días pasen sin cerrarse un acuerdo global, mejor lo tendrá CC. En términos futbolísticos, es como aquel Athletic de Bilbao de antaño que le interesaba jugar con el campo embarrado y a ser posible lloviendo. Pues lo mismo. A medida que transcurran las jornadas e impere la confusión, ya dará igual si tienes 25 diputados (PSOE) o 20 (CC). En el minuto 90 del encuentro puede zanjarse el resultado con una jugada de gol que nadie esperaba y por la que las quinielas no apostaban. Cuanto más límite es la situación, menos se respeta el orden de prelación de la representación en el Parlamento. Y la operación de Telde contra NC ha sido embarrar una parte importante de las dos áreas donde habitan los guardametas. Y lo que ocurra el próximo sábado en los ayuntamientos ya puede ser lo que rompa la baraja. En CC se frotan las manos porque se ensanchan sus posibilidades. Otra cosa es Fernando Clavijo que tendrá que dar un paso a un lado producto de su imputación por tres delitos relacionados con la corrupción en el caso Grúas. Pero Asier Antona sonríe también con lo de Telde porque es consciente de que el tablero puede ser otro. Y Román Rodríguez reflexiona qué hacer en esta semana decisiva en la que tropieza con hechos consumados en los consistorios. En fin, si quieren emoción de la buena sigan la política canaria este mes. No hay programa de televisión que iguale semejante enredo de querencias y deslealtades mutuas que se suceden atropelladamente. Nada es seguro. Ya todo es posible.
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