El Cabildo de Gran Canaria lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a todos los padres que tengan plaza reservada para este verano en los campamentos de verano de El Garañón, en Tejeda. Los controles son muy estrictos, tanto por parte de la institución como de la empresa concesionaria, Vivac Aventura, que lo gestiona desde 1997.
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Los incidentes que se produjeron días atrás en las instalaciones de La Santa, en Lanzarote, han podido sembrar algunas dudas respecto a este tipo de actividades, pero el Cabildo de Gran Canaria y la entidad privada que explota las dependencias existentes en El Garañón insistieron ayer en que no hay motivos para la inquietud. Una información publicada por este periódico el pasado domingo indujo a cierta confusión entre los padres en la medida en que vincularon el episodio puntual acaecido en Lanzarote con la realidad del resto de los campamentos estivales que se organizan las Islas. Sin embargo, este periódico aclara que en ningún momento en la noticia se asimiló lo sucedido en La Santa a ninguno de los otros campamentos citados y que lo que se hizo fue precisamente informar de los mecanismos de control que siguen los cabildos, incluido el grancanario, para evitar que haya incidentes.
Como «prueba evidente» de la seguridad con la que se trabaja en El Garañón, Alejandro Domínguez, gerente de Vivac Aventura, apunta que desde 1997 en que tomó las riendas del recinto no ha registrado jamás un incidente de importancia salvo casos de accidentes menores como caídas leves en bicicleta o similares, y eso que en todos estos años han pasado por El Garañon unas 100.000 personas, a razón de 10.000 al año. Advierte además que la empresa sigue de cerca la formación de sus monitores, a los que les exige, como mínimo, disponer del título de ciclo superior como técnico en actividades físicas y deportivas, y que el ratio con el que operan es de un monitor por cada 15 niños o dos cabañas. Tienen capacidad para 150 plazas, pero en verano trabajan con turnos de 60 niños, de entre 6 y 15 años, por lo que extreman aún si cabe los controles.
Desde el Cabildo, por su parte, le hacen un seguimiento exhaustivo. Reclaman a Vivac informes trimestrales y uno anual y, además, le obligan a que presente periódicamente las cuentas de la empresa. Fiscalizan incluso hasta las contrataciones de personal. Han de pasar una lista con sus datos y su cualificación. En total tiene una plantilla de 30 trabajadores. La buena marcha del servicio, operativo todo el año y no sólo en verano, ha propiciado la continuidad de la relación entre ambas partes. En 2007 se le hizo un nuevo contrato que tendrá validez hasta el 2017.
El episodio de La Santa, la excepción.
La información que se publicó el domingo con el título Campamentos bajo sospecha se ilustró con tres fotos que no guardan relación alguna con los incidentes sucedidos en La Santa. Eran imágenes de archivo seleccionadas para dar una idea gráfica de las actividades que suelen ofertarse en este tipo de campamentos.
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