La Dame Blanche tiene muy claro su lugar natural y dónde reside el principal poderío de una apuesta musical que fusiona el hip hop, la cumbia, el dancehall y el reggae.
Publicidad
«Mi lugar y mi vida es el escenario. En mis conciertos hay un poco de improvisación, sobre todo con los movimientos sobre el escenario y la conexión con el público. Pero detrás de mi música hay mucho estudio, porque no es bueno meterse demasiado en peligro», afirma entre risas desde París, donde esta artista cubana reside desde hace años.
Sobre el escenario número dos del Womad de la capital grancanaria, este sábado, día 11, a partir de las 23.00 horas, el público se topará con «un personaje bastante alegre, a pesar de que tiene los achaques propios de la vida». Ese personaje es La Dame Blanche, donde la cantante, percusionista y flautista Yaite Ramos Rodríguez, junto a otros dos músicos, apuesta por «darse una pausa» y ponerse «a bailar» y olvidar «los problemas de nuestro día a día».
Para alcanzar este objetivo, La Dame Blanche se decanta por «una ruptura de barreras» musicales. «Apuesto por romper fronteras musicales y por un toque de humanidad. Busco ofrecer un alivio, porque los tiempos actuales están duros. Los artistas tenemos una gran responsabilidad. Debemos motivar al ser humano. Si te caes, hay que levantarse y nosotros debemos intentar ayudar a que el individuo que nos escuche recupere los ánimos lo antes posible», asegura la hija de Jesús Aguaje Ramos, integrante de la legendaria formación cubana Buena Vista Social Club.
La tradición musical familiar no es una cuestión baladí para Yaite Ramos. Al contrario, La Dame Blanche es una heredera de la formación clásica y de las influencias de un hogar en el que durante cualquier reunión «nos poníamos a tocar un bolero y cantábamos todos», rememora.
Publicidad
«Tengo formación clásica de pupitre como flautista. Llegó un momento en el que quise ir por otro lado. Estaba agotada de tanta perfección, de tanta necesidad de notas precisas, de latin jazz. Además, mi familia es muy competitiva y yo fui la última en llegar», apunta desde su casa en la capital gala.
Asegura que el hip hop supuso «un desahogo muy fuerte» y el punto de partida para la exploración musical constante que marca su actual universo creativo.
Su padre fue claro desde el principio con el giro radical por el que optó. «Al principio me dijo que no sabía lo que iba a inventar. Tengo que aclarar que entre mi padre y yo hay una historia de amor muy fuerte. Él sabía que se trataba de un terreno que yo iba a defender con fuerza y fe. De un tiempo para acá he tenido señales positivas. Por parte de algunos amigos me han llegado las noticias. Él conmigo va suavecito. Es muy reservado y parte de la base de que nuestro amor es incondicional», apunta esta artista que invita a sus compatriotas cubanos a que la acompañen el sábado en Santa Catalina.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.