
Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 17 de julio 2020, 05:19
Si las paredes del hotel Santa Catalina pudieran hablar, contarían la historia de los huéspedes que durante más de un siglo han cruzado sus puertas. El imponente edificio ha sido desde 1890 un lugar emblemático de la vida cultural de Las Palmas de Gran Canaria, y su reapertura de la mano de Barceló Hotel Group trae de vuelta una leyenda a la isla.
Publicidad
A un paso de finalizar la reforma, el alcalde de la capital grancanaria Augusto Hidalgo ha realizado una visita al hotel Santa Catalina, en compañía del co-presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló; la directora de Expansión de Canarias y Cabo Verde, Pilar Parejo; y el concejal de Turismo, Pedro Quevedo; así como del pintor Fernando Álamo. De esta manera, Hidalgo ha disfrutado en primera persona de esta obra de arte inspirada en la naturaleza y en las diversas referencias poéticas que dan título al conjunto:
Santa Catalina, a Royal Hideaway 5* GL ha apostado por el talento canario para crear dos obras de grandes dimensiones destinadas a decorar una de las zonas principales del histórico edificio. El encargo ha recaído sobre el artista canario Fernando Álamo, hijo adoptivo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y Premio Canarias de las Bellas Artes 2014. Su legado, procedente de una incansable pasión por la pintura, le ha convertido en uno de los representantes del arte canario contemporáneo. Entre sus innumerables intervenciones se encuentra la del conjunto de murales instalados en la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias (Santa Cruz de Tenerife). En esta ocasión, su aportación artística dota de color y viveza a una reforma que ha devuelto el esplendor a este emblemático hotel de Gran Canaria.
La inclusión de los murales del pintor canario es un tributo a las raíces de las islas. Tal y como ha expresado Álamo en la visita al hotel, la flora que aparece representada juega con los recuerdos de una tierra que bebe de diferentes culturas. “El tulípero de Gabón es una clara referencia a África. La amaryllis, junto a la rosa y los liliums, nos hablan de Europa, y son un guiño al jardín de mi familia política, y a mi traslado, hace más de cuarenta años, a la isla de Gran Canaria. Por su parte, la caña de Indias hace mención a nuestra relación histórica con el continente americano”.
Ambas piezas han sido instaladas en la galería del hotel, a la salida del emblemático Salón García-Escámez, que ha pasado a llamarse , en honor al reconocido arquitecto grancanario que convirtió al hotel en el icono del lujo que es en la actualidad. Las obras del pintor contemporáneo sirven de transición entre la parte clásica e histórica del hotel y la nueva terraza cubierta que se abre al Parque Doramas.
Publicidad
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.