
Harta de invertir en plantaciones que se comen las cabras asilvestradas y de las largas del Cabildo a su demanda de acabar con el problema, la Unión Europea ha dado un ultimátum a la Consejería de Medio Ambiente en forma de prórroga. O erradica el ganado que campa por la Reserva Natural Especial de Guguy o le exigirá la devolución de los 400.000 euros que ha invertido en la reforestación de este espacio a través del proyecto Life Guguy. El plazo acaba el 31 de diciembre de 2018.
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La prórroga llega porque Medio Ambiente ha logrado su visto bueno al plan de control de las cabras asilvestradas que ha diseñado y está poniendo en práctica, basado, sobre todo, en la realización de apañadas y la colaboración con ganaderos, pastores y otros colectivos tanto en su captura como en evitar la suelta de nuevos ejemplares.
La tarea se antoja complicada porque el censo de ganado caprino en Guguy se estima entre 500 y 700 ejemplares que, además, salen y entran a sus anchas desde otros espacios limítrofes, en particular Tamadaba e Inagua, en donde la población se estima que es superior.
«Si no tenemos éxito habrá que recuperar las batidas» a tiros pese al rechazo social que tienen en Gran Canaria, admitió ayer el titular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez.
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